Conversaciones que descubren la mágica lógica del pensamiento infantil son el hilo conductor de esta simpática pieza, que se presenta a sí misma con un cantado «Son tan locas mis historias…»
Con una impecable y exigida interpretación, las niñas actrices nos invitan a «reflexionar» sobre temas trascendentes – en su mundo – a través de situaciones triviales analizadas en un torbellino de ideas que desafían todo análisis.








